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Una mañana te levantaste decidida, fue un aire de gloria el que entró por la ventana del jardín y te despertó: Ibas a abandonarlo todo
(Las tardes en su casa, los besos de cada día, las promesas que faltaban cumplir, las mentiras para verlo, las lagrimas que cayeron sin consuelo por tu cara, la paciencia eterna para aguantar hasta el reencuentro, las canciones que te hacían recordarlo. Todo)

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